Actores principales:Shahrukh Khan, Kajol
Género: comedia romántica
Calificación:
Otra película con los protagonistas de DDLJ, interpretando a Rahul y Anjali, dos compañeros de secundaria que andan siempre juntos: estudian juntos, salen, juegan al básquet (y Anjali, que es re varonera, le gana), y la pasan muy bien hasta que llega Tina. Resulta que Rahul se enamora de Tina y sale con ella, y Anjali, para no interponerse, un buen día se toma el tren y jamás vuelve. Rahul y Tina se casan, y tienen una hijita, pero Tina tiene complicaciones en el parto y se da cuenta que le queda muy poco tiempo de vida. Entonces escribe 8 cartas para la nena, que la llama Anjali en memoria de la amiga de su padre, para que las lea de a una por año. Pasan esos 8 años, y la nena finalmente abre la octava carta, en donde la mamá le cuenta toda la verdad, sobre la amiga de su papá y cómo ella era su verdadero amor. Entonces la nena trama un plan para volver a unir a Anjali con Rahul: La pequeña Anjali logra averiguar que su homónima es maestra de danza y va a pasar el verano a una colonia donde ella enseña. La Anjali grande, se da cuenta del plan de la Anjali pequeña, pero ella está a punto de casarse por compromiso con Aman. Entonces Rahul viaja a la colonia a reencontrarse con su hija, pero también se reencuentra con su antigua amiga Anjali... y bueno, ya sabemos el resto ;-). Hay que mirarla.
No es extraño que las películas con Shahrukh Khan (o SRK como lo llaman en India) sean todas buenas: es un actor excelente que rebosa simpatía, y la película que con cualquier otro actor sería una estupidez, con SRK logra ser un éxito. Las comedias románticas indias se mueven con los mismos patrones y siempre hay la parejita que termina juntándose después de quebrar el matrimonio arreglado, pero lo importante es la originalidad en cada una, y esta sin lugar a dudas es original. No tiene la originalidad de, digamos, Jaane Tu Ya Jaane Na, pero está muy bien y los 4 puntos son bien merecidos. Da gusto pasarse casi 3 horas viendo esta película, y después uno la recuerda tiernamente. Definitivamente, hay que mirarla.
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